Tiempo
atrás la plataforma Netflix anuncia una
serie intitulada “Freud”, que será
totalmente realizada en Austria, despertando el interés, no solo en la
comunidad psi, sino también en aquel público interesado en quien fue un
pensador central del siglo XX.
Hace pocos días
se estrenó, y los comentarios redundan en que es una serie de terror y “que
nada tiene que ver con Freud. Podemos coincidir.
Pensador sobre el que se han escrito más de
una decena de biografías, podríamos haber supuesto una serie sobre su vida, una
reactivación de rumores con su cuñada, (nunca confirmados, por cierto), o la
epopeya de fundar una nueva disciplina y las relaciones complejas y apasionadas
con sus colegas, la creación de la sociedad de los miércoles, sus ideas, sus
disputas con Adler o Jung, o su vejez que no solo le depararon un brutal cáncer
sino la emigración del nazismo, lograda
por persuasión de la princesa Marie Bonaparte y Ernest Jones , que le evitó el
trágico final, que sí, sufrieron sus hermanas víctimas del holocausto.
Pero no… el
guionista, (que si leyó varias biografías), eligió el personaje Freud y
elaborar una ficción. Uno hubiese
encontrado más pertinente que la serie se llamase, Kraff- Ebing, quien si fue psiquiatra
(Freud jamás fue psiquiatra, fue neurólogo antes de ser psicoanalista) y
publicó estudios como “Fundamentos de psicología
criminal para juristas (1882) Psychopatía
sexuales (1886) “Estudios experimentales sobre el dominio de la hipnosis” (1889)
Psychoses menstrualis (1902) pero claro…. ése apellido no vende….
Un colega, poco
enojado, se quejaba diciendo lo lejos que se ponía Freud con respecto a todo tema
referido al ocultismo, y mucho más la brujería y los ritos satánicos… Sin
embargo, y no para defender a nuestro maestro, (que no necesita defensa), podemos
recordar algunos elementos biográficos que conocemos, y en los que se inspiraron los
autores para crear esa ficción. (De paso
nos entretenemos en esta pandemia…)
Freud.
Si buscásemos en
que momento de la vida de Freud ha querido situarse la ficción de la serie, sin
lugar a dudas es cuando Freud inicia tres años de residencia hospitalaria en el Hospital
General de Viena.
Freud inicia sus
estudios de medicina en 1873 y los finaliza en marzo de 1881. Al egresarse
trabaja seis años en el laboratorio de Brucke,
(a quien reconocía como admirado maestro) que enseñaba fisiología y
“anatomía superior” (como denominaban a la histología.) aquí conoció al Dr.
Josef Breuer, colega que le estimulaba, amigo paternal que lo ayudará
económicamente en los últimos tiempos de la residencia,(cosa que no se priva la
serie en mostrar) y que también compartirá la historia de la extraña enfermedad
de una joven, conocida con el seudónimo de Anna O. pero que la serie menciona
con su verdadero nombre de Berta Pappenheim.
Marta Bernays.
Según
Ellenberger[1],
Freud conoció a Marta Bernays y se comprometió con ella en junio de 1882.
Siguiendo la costumbre de época, el matrimonio solo tenía lugar cuando se había
conseguido una prospera situación financiera. Así es que Freud debe apuntalar
su carrera y abandona el laboratorio para realizar residencia en el mencionado
Hospital General de Viena.
La serie destaca a Eli, casado con su hermana
Anna, quien en la ficción lo amenaza ante ser testigo de una supuesta amante, pues
Eli no es solo su cuñado sino ¡hermano de Marta! Pero abandonemos los chismes y
sigamos…
En aquellos años,
Viena, era una encumbrada y destacada capital europea. El hospital era muy
prestigioso, cada jefe de departamento era una celebridad médica. Pero el salario
de residente era muy bajo, y Freud, enamorado, estaba urgido por mejorar su
situación.
Theodor Meynert.
En el hospital rotó por diferentes servicios:
2 meses en el departamento de cirugía , 6 meses a las órdenes de un destacado internista llamado Nothangel, y el 1
de mayo de 1883 fue nombrado Sekundararzt
en el departamento de psiquiatría,
dirigido por el ilustre Theodor Meynert. Solo estuvo allí 5 meses. Ningún
registro de esa lucha que muestra la ficción… todo lo contrario. De hecho, continuó su residencia en el departamento de Neurología,
donde Freud dice haber adquirido una importante experiencia clínica con
pacientes neurológicos. En la serie se muestra como Freud se interesa por
paciente que presenta una parálisis, parálisis que bajo hipnosis no está… o sea...una
parálisis funcional… pero por ese entonces Freud se dedicaba a la neurología.
Una digresión
antes de seguir por aquí: Cocaína.
Ávido de un descubrimiento que lo llevara rápido a mejorar su situación financiera, (ya que
Freud quería casarse con Marta) en 1883, a partir de un artículo publicado por
el Dr. Aschenbrandt que destacaba el interés de la cocaína, el alcaloide de la
coca, Freud experimentó en sí mismo la
sustancia supuestamente inofensiva, que encontró eficaz contra la fatiga y los
síntomas neurasténicos. Afirmó que se
podía utilizar como estimulante, como afrodisíaco, contra los desórdenes
estomacales, la caquexia, el asma y para la eliminación de los síntomas
dolorosos que acompañaban la retirada de la morfina en los adictos a esa
sustancia. La había aplicado a su amigo Fleischl, el cual debido a una severa
neuralgia, se había vuelto morfinómano. El tratamiento trastocó una adicción
por otra. Siguieron investigaciones
sobre su uso anestésico en el ojo, pero fue otro médico el que se lleva los
elogios. Poco tiempo después Albrecht Erlenmeyer publicará un trabajo que
destaca la adicción que produce la cocaína y quedaran en el olvido esas
investigaciones, sin pasar antes por verdaderos disgustos…
Histeria, trauma, sonambulismo.
En la serie son
los títulos de los 3 primeros capítulos, en la vida de Freud es… Charcot.
Mientras
realizaba la residencia solicitó a la Universidad de Viena una beca de
estudios. Gracias a la buena intervención de sus maestros, (¡incluido Meynert!),
la beca le fue otorgada. Y allí partió
Freud a Paris a tomar clases con Charcot. La pasantía no sobrepasó los 4 meses,
pero el impacto fue crucial. Según Strachey[2]
es en La Salpetrière donde Freud, fascinado, desplaza su interés por la neuropatología a la psicopatología.
Así se lo cuenta
en una carta a su Martha: “Tengo la impresión de que estoy cambiando mucho. Te
contare en detalle lo que me está sucediendo. Charcot, que es uno de los más
grandes médicos y un hombre de una sensatez genial, esta sencillamente
desbaratando todos mis objetivos y
opiniones. A veces salgo de sus clases como de Notre-Dame, con una idea
totalmente nueva de la perfección. Pero me deja exhausto; después de estar con
él ya no tengo deseo alguno de trabajar en mis tonterías. Hace 3 días que no
hago nada y no tengo por ello ningún remordimiento. Mi cerebro se queda tan
saciado como tras una velada de teatro. No sé si esta semilla dará fruto, pero
si puedo afirmar que ningún otro ser humano había causado jamás tan gran efecto
sobre mí…”
Freud traducirá
2 libros de Charcot y escribirá su necrológica en 1893.
Charcot.
En dicho escrito,
es Freud quien relata como Charcot fue consagrando su exclusivo interés en las
histerias. “Esta, la más enigmática de
las enfermedades nerviosas, había caído por aquella época en un total
descrédito, que se extendía tanto a las enfermas como a los médicos que se
ocupaban de ella. En la histeria, se decía,
todo es posible y ya no se quería
creer nada a las histéricas. El trabajo de Charcot le devolvió dignidad
al tema. El sostuvo, con el peso de su autoridad el carácter autentico y
objetivo de los fenómenos histéricos, homenajeando y repitiendo la hazaña
de Pinel, retrato presente en la sala de La Salpetrière. Charcot se preguntaba:
¿a qué se debe que el histérico caiga
preso de un afecto sobre cuyo ocasionamiento afirma no saber nada? Allí
comenzó a pensar en una escisión de la
conciencia, como solución al enigma (concepto que la serie la pone en boca
del personaje Freud en repetidas ocasiones) y dice Freud al respecto: “Charcot dio un paso más allá, y que le
asegura para siempre la fama de ser el primero en explicar esta enfermedad:
empeñado en el estudio de las parálisis histéricas que se generan después de
traumas, se le ocurrió reproducirlas artificialmente luego de haberlas
diferenciado de las parálisis orgánicas, poniendo en estado de sonambulismo,
mediante el uso de la hipnosis. Consiguió demostrar, con un razonamiento sin
lagunas, que esas parálisis eran consecuencias de representaciones que en
momentos de particular predisposición
habían gobernado el cerebro del enfermo. Así quedaba esclarecido por
primera vez el mecanismo de un fenómeno histérico”. Evidentemente el
guionista leyó este artículo…. Pero presten atención al siguiente párrafo… “Y esta magnífica pieza de investigación
clínica fue retomad después por su discípulo Janet, así como pro Dr. Breuer y
otros, para esbozar una teoría de las neurosis que coincide con la concepción
medieval tras sustituir por una fórmula psicológica el “demonio” de la fantasía
eclesiástica[3].
Bueno,
suficiente hasta acá. Lo próximo vendrá… en el siguiente capítulo de la serie.
Ojala los
haya entretenido con estos comentarios, a mí me permitieron, olvidarme por un rato
de la pandemia.
Cariños.
Mariela Errasti, psicoanalista. Analista en
formación de la Asociación Psicoanalítica de Córdoba
Bibliografía:
-El descubrimiento del Inconsciente.
Historia y evolución de la psiquiatría dinámica. Henri Ellenberger. Edit.
Gredos. 1976.
-Freud: en su tiempo y en el nuestro.
Elisabeth Roudinesco. Edit. Debate. 2015
-S. Freud. Obras completas:
Tomo XXIV. Índices y bibliografía.
Tomo I: publicaciones pre psicoanalíticas.
Tomo III: Primeras publicaciones
psicoanalíticas: artículos: Charcot. 1893.
[1] - Biógrafo de Freud. El descubrimiento del Inconsciente. Historia y
evolución de la psiquiatría dinámica. Henri Ellenberger. Edit. Gredos. 1976.
[2] -S. Freud. Obras completas. Charcot. Tomo 3. Pag.10. Amorrortu
editores.
[3] - Ídem. Pág. 22- 23 y siguientes.
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